jueves, 24 de noviembre de 2016

¿Qué hago y cómo me siento para obtener placer?

Todas las adicciones tienen un objetivo común: la búsqueda de la felicidad. En mi caso, ésta felicidad me la da la música. La neurocirujana Valorie Salimpoor explicó que la música tiene un papel importante en nuestra sociedad por la presencia de la dopamina. La dopamina es el neurotransmisor del bienestar que se libera también con otros placeres como la comida, el sexo o el consumo de drogas. En este estudio se demostró que la música nos cambia el pulso y la velocidad de respiración así como reactiva emociones ya que puede provocar muchas en nosotros tales como felicidad, alegría, euforia, melancolía... La adicción por la música tiene distintos niveles: Aquellos que sienten un cosquilleo que les hace buscar constantemente sonidos nuevos y aquellos que buscan el origen y el cantante de una canción que están escuchado donde quiera que estén.
Soy adicta a la música; 
  1. Por no tener reglas respecto a ella y disfrutar de los distintos géneros que hay independientemente de lo distintos que sean.
  2. Porque las personas de mi alrededor saben a quién preguntar el nombre de alguna canción si no lo conocen.
  3. Por no parar de hablar de mis artistas favoritos o de la música en general.
  4. Porque no puedo estar en silencio, la música es mi acompañante siempre e incluso me ayuda más a escuchar mis pensamientos que el mismo silencio.
  5. Porque desde que me he levantado no me he despegado de ella.

¿Cuando escuchamos música?

Si estamos de mal humor, la música nos puede ayudar a hacer el momento mejor. Cuando estás triste la música hace que escapemos de la vida cotidiana y libera tensiones.

Si nos aburrimos, es una manera de distraernos cuando no hay otra cosa mejor que hacer.

Cuando viajamos, ya sea un viaje corto o largo, es un buen acompañante si lo hacemos solos porque el viaje se nos hace más ameno.









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